La Casa de las Américas anunció un homenaje al poeta salvadoreño Roque Dalton
El poeta Roque Dalton fue asesinado el 10 de mayo de 1975 en El Salvador por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
La Casa de las Américas , con sede en Cuba, reconoció la labor lírica del poeta Roque Dalton a favor de las causas sociales latinoamericanas, a través de un comunicado de prensa.
La institución cultural cubana, en el marco de la celebración de su 85° aniversario, reconoció la labor lírica del poeta a favor de las causas sociales latinoamericanas a través de un comunicado de prensa.
El texto expresa que el poeta revolucionario «vivió y trabajó intensamente entre nosotros, en particular en la Casa de las Américas».
Dalton publicó varios poemarios como Taberna y otros lugares, así como ensayos con el sello del Fondo Editorial de la Casa.
En ocasión de celebrarse el natalicio de Dalton, el próximo jueves 14 de mayo, ese día a las 3:30 pm se reunirán varios poetas cubanos en la Casa de las Américas, para «rendir homenaje a esta figura mítica y entrañable», señala la misiva.
La reunión no contará con público asistente, pero el recital será transmitido por el canal de Youtube del Ministerio de Cultura de la isla, por el Facebook Streaming Cuba y por la televisión a través de los canales Clave y Cubavisión Internacional.
Nacido en la popular barriada de San José , (San Salvador, 1935 – cerca de Quezaltepeque, 1975). Dalton cursó sus primeros estudios en los colegios religiosos Santa Teresita del Niño Jesús y Bautista, para ingresar posteriormente en el Externado de San José, donde en 1953 obtuvo el graduado como bachiller.
Su actividad política corría pareja a su dedicación a la creación literaria. Miembro del Partido Comunista Salvadoreño desde 1958, Dalton ya había sido encarcelado en varias ocasiones en su país natal cuando, en 1961, se vio abocado a tomar el camino del exilio. Emprendió entonces un periplo que le llevó a residir y trabajar en Guatemala, México, Checoslovaquia y Cuba, estancias en el extranjero que solía interrumpir con esporádicas visitas a su país natal. Se ganaba la vida con los ensayos y artículos que iba publicando, lo que le permitió viajar también, unas veces por motivos periodísticos y otras por activismo político, a las Repúblicas de Vietnam y Corea, y a numerosos países europeos y sudamericanos.
Por desavenencias con los dirigentes izquierdistas de su país, en 1967 abandonó el Partido Comunista y se mantuvo al margen de su militancia política hasta que, en 1973, regresó a El Salvador para alistarse en las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), donde tomó el pseudónimo guerrillero de Julio Delfos Marín. Tras colaborar activamente con esta organización clandestina partidaria del enfrentamiento directo y la lucha armada, por oscuras razones que nunca se han llegado a aclarar fue perseguido, juzgado y ejecutado por sus propios compañeros de armas, que abandonaron su cuerpo en un paraje agreste donde fue despedazado y devorado por las fieras. Esta ejecución desencadenó airadas protestas en los círculos intelectuales, especialmente entre los escritores hispanoamericanos, abanderados en su condena por el argentino Julio Cortázar.
