Que lindo es ver que nuestro país resurge de las cenizas
El pueblo salvadoreño se encuentra de fiesta porque en febrero se elegirá al presidente de la República que, según los sondeos de opinión, Nayib Bukele mantendrá por cinco años más las riendas del Ejecutivo, de igual manera se elegirá a los 60 diputados de la Asamblea Legislativa, y en marzo se elegirá a los 44 nuevos alcaldes y a los diputados del Parlamento Centroamericano.
En el exterior los votos iniciaron el 6 de enero y hasta el miércoles 10 ya habían votado doce veces el número de personas que votaron fuera del país en los comicios de 2019, cuando apenas sufragaron 3,808 salvadoreños residentes en el extranjero.
Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se proyecta que más de 674 mil salvadoreños en el exterior votarán a través de Internet: «Nosotros estimamos que por la vía de Internet van a estar votando aproximadamente 674,348 salvadoreños, y aproximadamente 200,000 personas que estarían votando por la vía presencial electrónica», indicó Noel Orellana, magistrado del TSE.
Y es que nunca los salvadoreños tienen tanta expectativa por estos comicios porque señalan que ahora es un nuevo El Salvador que ya no está dominado por las maras y pandillas, que gracias al régimen de excepción están siendo desmanteladas, eso abre las puertas para que muchos estén pensando que ya es tiempo de regresar o retornar cuando se jubilen en Estados Unidos y venir a pasar sus últimos días en la querida patria.
Como periódico Digital En La Mira Noticias aplaudimos que estos cambios se estén generando en el país porque eso implica prosperidad, reunión familiar, encuentros con amistades y la inversión de capital nacional y extranjero, que sin duda traerá prosperidad a nuestra querida patria.
Pedimos al creador que nos ilumine para que como pueblo sepamos aprovechar esta nueva oportunidad y que las nuevas generaciones gocen de un país en paz, luchando por su prosperidad, mientras los viejos tengan la dicha de morir en su patria, satisfechos de haber logrado este cambio que hace diez años parecía un sueño imposible.
