¿Qué es y qué significa el Reloj del Apocalipsis o del Juicio Final?

En esta columna no nos anunciamos como portavoces del acabo de mundo, o, como les gusta a otros, como profetas del apocalipsis.

Pero nos hacemos eco de la advertencia del Reloj del Apocalipsis o del Juicio Final.

Nos explicamos: “El Bulletin of Atomic Scientists fue un grupo de científicos atómicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan, el nombre en clave para el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.

Originalmente, fue concebido para medir las amenazas nucleares, pero en 2007 el Bulletin tomó la decisión de incluir el cambio climático en sus cálculos.

A lo largo de los últimos tres cuartos de siglo, la hora del reloj ha cambiado, según lo cerca que los científicos creen que está la raza humana de la destrucción total. Algunos años el tiempo cambia, y otros no”. (Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/23/reloj-juicio-final-humanidad-perdicion-trax/).

Nos preguntamos y también les preguntamos a ustedes: ¿estaremos cerca de un acabo de mundo? O también podría ser esta otra pregunta: ¿seremos capaces de sobrevivir como generación ante la amenaza de guerras, de falta de recursos básicos (como electricidad, gas natural, agua, combustibles, y, lo más vital: alimentos), y un cambio climático que nos acelera en una lucha por la sobrevivencia?

Se ha agregado ahora a ese reloj mencionado, la cuestión de la llamada inteligencia artificial, que podría afectar en forma definitiva la manera como vivimos, nos comportamos y expresamos.

No caben dudas que estamos a las puertas de una hecatombe mundial, que en palabras simples quiere decir, el peligro de extinción del género humano. Pero no nos confundamos: no somos profetas apocalípticos según la costumbre escatológica que está tan de moda hoy por hoy. No. Hablamos aquí de la posibilidades y potencialidades humanas de destruir el planeta y, de paso, destruirnos en el proceso…

Es que el hombre ya no necesita a un ser divino para traer otro diluvio y acabar así con hombre y mujeres fallidos. Ya es capaz por sí mismo de destruir todo lo conocido con sus propias fuerzas y tecnología hecha para matar.

¿Puede ser una sorpresa lo afirmado anteriormente? ¡Por supuesto que no! Desde el paleolítico, el hombre se ha afanado en construir armas para ir en contra de otros hombres. Ha sido la lucha por la sobrevivencia y también por el dominio de territorios y, de paso, esclavizar a otros seres humanos, enemigos o no.

Y ahora, entonces, nos encontramos con este reloj del fin del mundo que nos dice que a estamos a 90 segundos de la destrucción total de la vida humana. Y los líderes del mundo se congratulan ante el desarrollo de sus armas mortíferas, mientras nosotros, las víctimas de la posible mortandad, no hemos sido consultados para morir.

La cuestión ética no aparece por ningún lado, porque, eso de las normas morales, no forma parte de la ecuación, dado que aquellos que asisten a sus lugares de culto durante sus días de observancia religiosa, se olvida de cualquier mandamiento u ordenanza, como lo afirma, eso que dice “no matarás”, ya que cualquier vida humana es solo moneda de cambio ante los poderosos de este mundo.

(Guillermo Serrano en Ideas y Voces 2024).