La desinformación contamina la campaña electoral mexicana
Agencias
Los comicios presidenciales del 2 de junio no se disputan sólo en las calles, también en internet, al que tienen acceso 93 millones de mexicanos.
Los comicios presidenciales del domingo entrante no se disputan sólo en las calles, también en internet, al que tienen acceso 93 millones de mexicanos. Allí, simpatizantes de las dos coaliciones favoritas en las encuestas mantienen un ferviente fuego cruzado, muchas veces basado en falsedades.
En reiteradas ocasiones la candidata del bloque opositor, Xóchitl Gálvez, es acusada de proponer la eliminación de programas sociales, pieza fundamental de la política del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, aunque respaldándose en videos antiguos o sacados de contexto.
Mientras tanto, Claudia Sheinbaum, de la coalición oficialista, es señalada de querer eliminar la propiedad privada, confundiendo una propuesta presentada años atrás por oenegés y que no está incluida en su plan de gobierno. Así como tampoco se encuentran en su programa iniciativas como la circuncisión obligatoria ni el cierre de la Basílica de Guadalupe para convertirla en un museo.
Estos ataques «rebajan mucho el debate político» e incluso «pueden tener un efecto contrario al generar una especie de estado de confusión», falta de confianza en las candidaturas y desincentivar el voto, señaló Felipe López Veneroni, analista político y profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
El discurso de odio hacia los candidatos, agregó, antepone «una narrativa completamente irracional y emotiva, que mueve más por el miedo que por la claridad de las propuestas». Así, la desinformación reafirma «prejuicios que mucha gente ya tiene, creen lo que quieren creer».
Discursos de agresión
«La botarga no terminó la carrera» o «siempre fue ‘porra’ (revoltosa), nadie la recuerda», aseguran usuarios que acusan tanto a Gálvez como a Sheinbaum de haber mentido sobre sus títulos universitarios. Una narrativa que intenta minar la capacidad de gobernar de la que debe convertirse en la primera presidenta mujer de México.
Estas afirmaciones y agresiones presentan a las «candidatas como débiles, incompetentes o incapaces de liderar», señaló Friné Salguero, directora ejecutiva del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Con ello, «se busca excluir y disuadir a las mujeres que participan en el ámbito político. Lastimosamente es un reflejo de la sociedad mexicana», dijo.
Los desinformadores también han apuntado a los inmigrantes, a quienes acusan de ser comprados mediante ayudas sociales para votar por Sheinbaum. «Cubanos, centroamericanos y de otros países cobrando las becas que el gobierno federal les regala de nuestros impuestos, preparando el fraude electoral 2024», advierten.
Sin embargo, solo 83,000 migrantes naturalizados en este y en gobiernos anteriores podrán votar ya que forman parte de los 99 millones de inscritos en la lista electoral.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha debido aclarar que no otorga credenciales para votar a extranjeros que no hayan sido nacionalizados. «La credencial es sólo para ciudadanas y ciudadanos mexicanos», explicó a la AFP un vocero del organismo.