La OEA crea un «grupo voluntario» para Nicaragua
AFP
La OEA creó un «grupo voluntario» que seguirá de cerca la situación en Nicaragua, casi cinco meses después de que este país dejara formalmente de ser miembro de la organización, decisión rechazada por el gobierno de Daniel Ortega.
Por aclamación, el Consejo Permanente, órgano ejecutivo de la Organización de los Estados Americanos, adoptó una resolución que disuelve el Grupo de Trabajo sobre Nicaragua, creado en 2018.
En el texto, la OEA advierte que «continuará dando seguimiento a la situación en Nicaragua, cuando lo estime necesario, incluso mediante un diálogo amplio con actores locales e internacionales, incluidas las autoridades nicaragüenses».
Para poder llevarlo a cabo crea «un grupo voluntario, abierto a la participación de todos los Estados miembros», que no generará costos para el presupuesto de la Organización, añade.
Los países de la OEA denuncian el desmantelamiento de las estructuras cívicas, un deterioro de las instituciones y poderes esenciales de un Estado de derecho y la violación sistemática y persistente de los derechos humanos.
Y recuerdan al gobierno de Ortega y de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo que su retirada de la OEA no le exime «del deber de cumplir con sus demás compromisos internacionales, especialmente aquellos relacionados con la promoción y protección de los derechos humanos».
La decisión de la OEA fue rechazada por Murillo, quien es la portavoz del gobierno nicaragüense.
Daniel Ortega.
«Aquí estamos también manifestando nuestra protesta […], recordando a la innoble e impronunciable OEA que desconocemos su incidencia, puesto que de todos es sabido que no pertenecemos a esa organización de promoción del dominio imperialista de los Estados Unidos», dijo la vicepresidenta a medios oficialistas en Managua.
«El basurero de las Américas no se reconoce, no lo reconocemos y más bien se denuncia, lo denunciamos como el pésimo y nefasto ejecutor de las obsesiones imperialistas […] en nuestros países», agregó.
La situación del país con la comunidad internacional se ha tensado por la represión de las protestas de 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente. Las elecciones de 2021 se celebraron con los rivales del mandatario presos o en el exilio.
Desde entonces Managua, bajo sanciones estadounidenses, ha llevado a cabo una ofensiva contra miles de oenegés y el mundo académico, además de lo que opositores exiliados denuncian como una persecución «feroz» contra la Iglesia católica.
Es «la peor dictadura del continente», afirmó este miércoles el embajador uruguayo ante la OEA, Washington Abdala, durante el Consejo Permanente.