MOVIMIENTOS DE ACERO
Articulo sobre Entrenamiento Funcional y Deporte
Autor: Adrina Schiavello
Se entiende que el cuerpo humano es como una armadura que contiene laminas que permiten mantenerlo estructural-mente sólido. El hecho de mantener a los músculos cubiertos por las fascias, hace que nuestro cuerpo sea flexible y fuerte a la vez como una torre. Esta estructura se define como «un conjunto de relaciones que mantienen entre sí las partes de un todo, o el modo de estar organizadas u ordenadas las partes de un todo”.
Este concepto, tomado de la arquitectura, se denomina “tensegridad”, de la fusión de tensión e integridad y si bien su origen se debe a Buckminster Fuller (1895-1983), arquitecto americano, fue Donald Ingber, el que en los 70, relaciona este concepto arquitectónico con el modelo mecánico de la célula.
El modelo de estructura considera que el esqueleto es el soporte principal y se mantiene unido por compresión mientras que las partes blandas se encuentran suspendidas o actuando como compresores locales. Según este modelo si se aplica carga en un punto las fuerzas se distribuirán localmente.
En el modelo de tensegridad del cuerpo humano, los huesos son los componentes comprimidos y la fascia conforma la red de componentes traccionados. Los huesos se consideran espaciadores que empujan hacia afuera, en dirección a las partes blandas, y la tensión de la fascia es la que determina el equilibrio de la estructura. En este sistema integral, si se aplica en algún punto una carga externa o si se la estira, la estructura completa se modifica. Como el sistema actúa como un todo, si se produce una tensión en una parte de la estructura las demás partes se tensarán de manera uniforme.
La palabra Tensegridad viene de tensional integrity, término acuñado por Buckminster Fuller, del cual sale su definición: “la tensegridad es un sistema estructural constituido por elementos de compresión discontinuos conectados por elementos de tensión continuo. Debido a la forma en que se distribuyen las fuerzas tensionales y de compresión en su interior constituye una estructura estable que es capaz de reaccionar e interactuar de manera dinámica”.
Si se puede desglosar ambas palabras para definir las se puede encontrar que «Tensión” refiere a una acción de fuerzas opuestas a la que está sometido un cuerpo o un estado de un cuerpo sometido a una acción. A su vez, la definición de “integridad» tiene que ver con que está completo o tiene todas sus partes.
El principio consiste en unir, en una misma estructura, elementos en compresión y en tensión, de esta manera que se crea un equilibrio, generando una auto-estabilidad, independiente de la gravedad, de modo que si se aplica una fuerza que produzca una deformación a la estructura, se producirá una reorganización de toda la estructura para volver a acomodarse y ser estable en este nuevo estado, ósea tener un cuerpo fuerte y flexible.
Sobre este sentido se analiza que la geometría ( naturaleza de la estructura ) trabaja hacia la anatomía de los vertebrados ( estructura de la naturaleza ). La tensegridad es un análisis que tiene un fin: reproducir intrigante-mente los movimientos y funciones del cuerpo humano logrando una estructura fuerte y flexible.
Un análisis basado en este modelo permite analizar el mapa de las conexiones en esta única red facial que conforma el cuerpo. Establecer una comunicación a lo largo del tejido posibilita que el trabajo realizado en un área del cuerpo se transfiera a otra.
EL ROLFING
Todos los días se generan malas posturas, tensiones y gestos que pueden acabar afectando a nuestra salud y bienestar. Factores genéticos, personales, laborales, etc, influyen en la aparición de estas molestias. Pero hay otro elemento que incide especialmente sobre la persona: la fuerza de la gravedad. De esto se dio cuenta hace años Ida P. Rolf, Doctora en Bioquímica por la Universidad de Columbia (EE.UU.) y creadora del Método de Integración Estructural, más conocido como Rolfing. Esta investigadora norteamericana descubrió que la forma de nuestro cuerpo se desarrolla y cambia por la influencia de la gravedad.
Rolf demostró que, al apoyarnos sobre dos piernas, la distribución del peso y el mantenimiento del equilibrio sobrecargan algunas zonas del cuerpo y provoca la aparición de molestias y dolor. Somos bípedos y eso no tiene remedio pero sí que podemos corregir una postura desalineada con la fuerza de la gravedad con el fin de eliminar o limitar ese malestar. El objetivo del Rolfing es conseguir que el cuerpo se mueva con más fluidez, ligero, equilibrado, libre de dolor, rigidez o estrés. Y esto lo consigue mediante una serie de masajes y presiones sobre el llamado sistema colectivo o fascia.
La Dra. Ida Rolf se especializó en el estudio del colágeno, uno de los componentes químicos del tejido conjuntivo de la fascia. Descubrió que la fascia constituye una red, como una tela de araña, que sustenta y envuelve cada uno de los músculos, órganos, huesos, tendones, articulaciones y a todos en conjunto uniéndolos, dándole forma al esqueleto humano.
En resumen el cuerpo humano es una estructura fuerte y flexible, y los impactos son en forma cruzada, es decir, algunas veces trabajando en una zona determinada las personas sienten un movimiento en otro lado del cuerpo dado que son conexiones que sorprenden, sintiendo algunas veces que algo se abre o se une en el interior. Es decir, la manera como nos movemos, caminamos, nos sentamos, acostamos y dormimos, junto también a situaciones de estrés, depresión, accidentes, dolores, contracturas, traumas físicos y/o psicológicos, nos dejan marcas en el cuerpo que afectan el equilibrio general.
Para convivir con ese desequilibrio creamos compensaciones de forma consciente o inconsciente y así continuamos siendo capaces de estar de pie, creando y usando compensaciones. Este análisis sirve para que el entrenamiento sea conectivo, en conjunto y no individual, para entrenar cadenas de musculos y no músculos aislados, para que a lo largo de las sesiones, las personas noten cambios progresivos tanto en su estado físico, como psíquico y emocional y lo puedan transferir a las acciones cotidianas y/o deportivas.
BIBLIOGRAFIA
1. Terapia Fisica (2011), Rolfing. Recuperado [En línea] desde https://aleanto.jimdo.com/rolfing/
2. Universitat de Barcelona (2008). Recuperado [En línea] desde http://www.ub.edu/revistaipp/hemeroteca/2_2008/l_torne.pdf
3. Tensegridad, Recuperado [En línea] desde http://www.tensegridad.es/autor.html