¿Podría ocurrir una nueva explosión en el volcán de San Salvador?
El coloso de la capital cumple 107 años de la última vez que hizo erupción y es uno de los principales volcanes activos en el territorio nacional, según el MARN.
El Ministerio del Medio Ambiente asegura que mantiene un seguimiento continuo del complejo volcánico de San Salvador, utilizando una red de estaciones sísmicas y cámaras de monitoreo las 24 horas del día. Además, se llevan a cabo mediciones de temperaturas y muestreo de aguas y gases, lo que permite evaluar la actividad volcánica de manera precisa.
El pasado 3 de abril, habitantes del cantón El Carmen, ubicado en las faldas del volcán, informaron sobre la presencia de emanaciones de gases provenientes del suelo. Sin embargo, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto con la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), atribuyeron el fenómeno a una válvula de la red de agua potable que se encontraba enterrada.
«El aire observado en los videos difundidos en redes sociales ayer es consecuencia del aire liberado por una válvula en la red de distribución de agua potable local. Al salir a la superficie, este aire agitó el polvo circundante, creando la ilusión de emanaciones de gases o humo», declaró el ministerio a través de sus redes sociales.
En esos días, vulcanólogos de la Universidad de El Salvador aseguraron que las fumarolas no representan un peligro para la población, ya que los niveles de actividad volcánica son muy bajos y se encuentran dentro de los parámetros normales. Miguel Hernández, profesor de la universidad, afirmó que no hay motivo de alarma.
CONSECUENCIAS DE SU ÚLTIMA EXPLOSIÓN
Entre las consecuencias que dejó el fenómeno natural, se encuentra la evaporación de la laguna del Boquerón, emisión de cenizas y piedras volcánicas que todavía pueden observarse y la formación del cono del Boqueroncito,