Qué dicha sería si todos los médicos cumplieran el “JURAMENTO HIPOCRÁTICO”
El juramento hipocrático es un juramento público que hacen los que van a empezar sus prácticas con pacientes o se gradúan en medicina, veterinaria, tecnología médica, fisioterapia, logopedia, odontología y enfermería, lo hacen igualmente otras personas del área de la salud. Se hace ante los otros médicos, doctores y ante la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para orientar la práctica de su oficio, es también el juramento que se basa a partir de la responsabilidad del ser humano y conciencia de ella.
Sin embargo, como periódico digital En La Mira sabemos que esto no se cumple y la mayoría de médicos en El Salvador tratan a los pacientes como máquinas, al igual que un mecánico trabaja en la reparación de un automóvil. Prueba de ello es que existen muchos casos de pacientes que han muerto o han sido objeto de una mala praxis médica que los deja imposibilitados de tener una vida normal.
El caso más reciente es la demanda millonaria que puso contra el Seguro Social la señora Claudia María Reyes porque su hijo sufrió parálisis cerebral infantil después de que al nacer en el Hospital Primero de Mayo le aplicaran midazolam con alcohol bencílico, un fármaco que se usaba para sedar a recién nacidos mayores de 32 semanas que tenían ventilación mecánica.
La demanda de $2.5 millones se divide en un millón de dólares en concepto de daños y perjuicios y una indemnización por 1.5 millones de dólares por daños morales.
El 10 de diciembre de 2015, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Reparación por Daño Moral y es en esta normativa que se basa la solicitud de indemnización
La demanda contra las autoridades del ISSS surge luego de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) falló, el 17 de julio de 2015, contra el director general, el subdirector de general, la directora del Hospital Primero de Mayo y el Consejo Directivo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social por poner en peligro el derecho a la salud de los recién nacidos a quienes se suministró Midazolam con alcohol bencílico como sedante, en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
Como medio de comunicación responsable creemos que en nuestro país deben existir más demandas como esta pues no es un secreto que muchos médicos, sobre todo en los hospitales públicos cometen errores garrafales y los afectados, en su mayoría gente pobre y con poca educación se quedan agravados y no proceden judicialmente.
Esperamos que se haga justicia en este caso y quede como referencia de que basta ya con la mala praxis médica. Los seres humanos nos merecemos respeto y consideración no solo de los médicos sino de todo profesional que presta sus servicios a las grandes mayorías.