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Nacionales

Los jueces que Bukele "depuró" a conveniencia

El 31 de agosto del 2021, el presidente de la República quitó a los jueces mayores de 60 años con la excusa de «depurar la corrupción».

Una investigación del medio digital Voz Pública recalca las anomalías cometidas en los procesos judiciales a favor del presidente de la República Nayib Bukele. Entre las anomalías registradas se encuentra el conflicto de interés que ha presentado la medida de expulsar a los jueces mayores de 60 años. La razón según Bukele, que fue apoyada y aprobada por los diputados de Nuevas Ideas sin mayor discusión, era limpiar el sistema judicial de supuesta corrupción.

Sin embargo, el decir y el actuar no son cualidades del actual gobierno, ya que la investigación señala que los 168 jueces impuestos el 31 de agosto del 2021, tienen edades que rondan entre los 50 a 60 años. Es decir, la misma edad que los jueces destituidos. La diferencia según los datos presentados radica en que los jueces anteriores podrían significar una amenaza de gobernanza para la actual administración presidencial. Los datos presentados aseguran que los jueces designados tenían nexos con el «Bukelismo», lo que explicaría la razón de su elección.

Además desde que los nuevos jueces entraron a desempeñar sus funciones han favorecido al gobierno salvadoreño en temas ambientales, revirtiendo decisiones que se habían tomado en favor del cuido del planeta, como la construcción de edificaciones en zonas no autorizadas.

INFORMACIÓN EN RESERVA

Según se lee en el reporte del medio digital La Corte Suprema de Justicia (CSJ) decidió mantener en reserva los nombres de los jueces designados, algo que para abogadas expertas en temas judiciales es grave, ya que la población salvadoreña debe conocer la identidad de quienes están decidiendo sobre la inocencia o culpabilidad de una persona acusada.

Los nombramientos de los jueces también representó una violación al artículo 187 de la Constitución salvadoreña, ya que en el mismo se estipula que el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) debe proponer a jueces de todo el territorio nacional, cosa que no se cumplió. A su vez, el decreto de la depuración judicial tuvo que haber sido estrictamente solicitado por el mismo Órgano judicial y no por el Legislativo.

Por último la CSJ ha sido claro acerca de que no brindará información acerca de los encargados de administrar la justicia salvadoreña. Sin embargo, gracias a la  Redacción de Ciclos (CAP) se lograron reconstruir el perfil de los nuevos jueces, con información proporcionada por los mismos funcionarios del Órgano Judicial.

CONFLICTO DE INTERESES

El juez que logró sobrevivir a la «depuración» del sistema judicial a pesar de tener una edad 81 años, actualmente, fue Héctor Villatoro Benítez el padre del Ministro de Justicia y Seguridad Pública Gustavo Villatoro. A pesar de Héctor tiene estrechos vínculos con la administración actual, gracias al puesto de su hijo, él asegura que nunca ha necesitado más que sus propios méritos para continuar en el cargo.

Según la iniciativa aprobada por la Asamblea Legislativa Héctor tuvo que haber dejado su cargo por las dos razones principales que lo hicieron los otros jueces: Su edad y el tiempo desempeñado en su función que ya excede los 30 años. Al ser cuestionado acerca de si consideraba que su permanencia en el cargo se veía influenciada por el puesto de su hijo (Gustavo Villatoro), Héctor contestó lo siguiente:

«Le voy a decir, con toda sinceridad, en primer lugar, a mí no me gusta ese cargo que tiene mi hijo. Y, en segundo lugar, desde que fui juez de Paz, nunca he dependido de nadie, ni de la política ni nada, porque yo soy apolítico, yo soy un doctor en jurisprudencia y ciencias sociales y con mi capacidad siento que me defiendo». 

A pesar de que los jueces destituidos protestaron en contra de los despidos que a su parecer son injustificados, el gobierno salvadoreño sigue con las violaciones a la Constitución y con su constante inferencias a los demás poderes del Estado, que en el 2024 es probable que se consoliden por cinco años más.

Cortesía de investigación: Voz Pública.

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