El pastor Carlos Rivas niega que fuera ebrio cuando fue detenido por la PNC
El pastor Carlos Rivas del Tabernáculo de Avivamiento Internacional, TAI, negó que la madrugada del 18 de abril que fue capturado por la PNC estuviera bajo los efectos de bebidas alcohólicas, y aseguró que su condición fue porque estaba desvelado.
Carlos Rivas fue detenido por agentes de la PNC que lo acusaron de conducir se automóvil en estado de ebriedad. El pastor, luego de su detención se negó a que se le aplicara el exámen de antidoping para determinar cuántos grados de alcohol portaba en su sangre. Sin embargo el pastor se negó y por tal razón fue detenido por la policía, dos días después fue liberado por orden del Fiscal General Raúl Melara.
Rivas culpó a los medios de comunicación y a los usuarios de las redes sociales de hacer un mal manejo de su situación por asegurar que estaba ebrio, sin embargo el reporte policial señala que se le sentía en el aliento que había ingerido alcohol y que se negó a ser examinado.
Rivas aseguró que los policías del Sistema de Emergencia 911 que lo capturaron la madrugada de pasado jueves en el bulevar Constitución de esta capital tenían otro objetivo contra él por ser una figura pública.
“Eran las 5:30 de la mañana. No había dormido toda la noche. Me habían tenido de aquí para allá y me tomaron esa foto y se generó la noticia que sale”, dijo Rivas en su defensa.
Carlos Rivas y Fiscal General
El pastor culpó a los usuarios de redes sociales ya a los medios de comunicación de actuar “con un afán de linchamiento”, en su contra.
Rivas anunció que se retirará temporalmente de los púlpitos. “Estos días hermanitos, yo no voy a predicar, con dolor de mi alma, pero lo voy a hacer porque no quiero seguir alimentando todo eso, donde ya no hay material para sacar y aun así lo están sacando. Necesito tómame un tiempo para estar con mi familia, mi hija, mi nieto, quiero estar con ellos para apoyarlos”, apuntó Rivas. El pastor fue detenido por conducción peligrosa, cuando conducía su vehículo sobre la intersección del pasaje Las Arboledas y Bulevar Constitución, en la colonia Miranda de San Salvador.
“Es una cosa tremenda ese deseo malsano de alegrarse del otro, de hacer leña del árbol caído, de difamar sin razón alguna” aseveró.