Honduras confirma gusano barrenador en animales que venían a El Salvador
Agencias
La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) confirmó los primeros seis casos de gusano barrenador en Honduras, algunos detectados en animales que iban de tránsito hacia El Salvador.
“Se encontró en animales que estaban viniendo de Nicaragua, algunos en tránsito hacia el Salvador”, señaló a periodistas Laura Elena Suazo, ministra de Agricultura.
Suazo detalló que tres contagios se detectaron en caballos y tres en vacas que transitaban en el municipio de El Triunfo, departamento de Choluteca, que presuntamente ingresaron de manera irregular al territorio hondureño desde Nicaragua.
Las autoridades hondureñas anunciaron que reforzarán las medidas sanitarias en las fronteras, principalmente con Nicaragua, las cuales incluyen delimitación y control de las áreas cercanas a los focos.
También se realizarán rastreos epidemiológicos e inspecciones “exhaustivas” de los animales susceptibles a la enfermedad en las zonas de riesgo.
De Centroamérica, se han confirmado contagios en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras. El Salvador y Guatemala se mantienen libres de esta enfermedad, que estuvo presente entre 1980 y 1990 pero fue erradicada.
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), El Salvador está libre de esta plata desde 1995.
‘Come carne’
El gusano barrenador es una larva que colocan las moscas en heridas de animales y personas, que se alimentan de la carne viva, por lo que también se conoce como el gusano ‘come carne’.
El gusano barrenador sobrevive en cuerpos con sangre caliente, incluyendo aves, humanos, bovinos, ovinos y cabras. La mosca deposita los huevos en heridas frescas, que pueden ser generadas por garrapatas, aunque también puede ingresar en orificios como las fosas nasales, la boca, los genitales o los oídos.
Entre 12 y 14 horas después de que la mosca deposita los huevos, las larvas salen y se alimentan del tejido vivo y fluido. Una vez madura la herida, las larvas caen al suelo y se entierran hasta llegar a la fase de pupa, para volver a salir convertida en mosca adulta.
En Costa Rica y Nicaragua se han confirmado casos de contagios en personas, cuyos síntomas son dolor localizado en la zona infestada, irritación y herida que supura. Además de la sensación que los gusanos se mueven bajo la piel.