Desextinguen a tres ejemplares de cachorro del prehistórico Lobo Huargo

La empresa estadounidense Colossal Biosciences logró desextinguir a tres cachorros del extinto Lobo Huargo (Lobo Gigante o Lobo Terrible). Los científicos reconstruyeron el genoma de dicho canino a partir de fósiles que tienen hasta 72,000 años, pero que estaban perfectamente conservados.
Esta especie había sido declarada extinta hace 10,000 años. En comparación con su pariente moderno, el Lobo Gris, esta especie que Colossal ha revivido tiene un cráneo y dientes más grandes, mayor masa muscular y patas más fuertes para soportar el peso. Un adulto puede superar el metro de altura desde el suelo hasta sus hombros.
Por otra parte, esto representaría un hito ya que sería la primera vez que se cruza la frontera de la «desextinción» con las investigaciones de la empresa Colossal Biosciences.
Las crías, con edades comprendidas entre los tres y los seis meses, tienen pelo largo y blanco, mandíbulas musculosas y ya pesan alrededor de 36 kilos, en camino de alcanzar los 63 kilos que se espera en su madurez, informaron los investigadores.
La manera en cómo habrían logrado la hazaña explicaron se logró mediante una combinación de edición genética y perros sustitutos; sin embargo, esta investigación en esta área, culminó en el otoño del pasado año, en el que actualmente los ejemplares se encuentran con buena salud.
Estos resultados parecen ser un buen augurio sobre su proyeto más ambicioso: El Mamut Lanudo.
Pero, quiénes eran los Lobos Terribles, (Aenocyon dirus) fue una especie de cánido extinto de gran tamaño que vivió desde América del Norte hasta las Pampas del centro de la Argentina durante el Pleistoceno.
En promedio, pesaba unos 80 kg pero podía alcanzar 100 kg. Canis dirus era mucho más robusto y sus patas proporcionalmente cortas. El morro era largo y las mandíbulas potentes, con dientes gruesos y fuertes capaces de triturar huesos. El nicho que ocupaba en las praderas y estepas norteamericanas de la era glacial era similar al que las hienas tienen actualmente, aunque, claramente con las diferencias marcadas entre ambas especies.
Los lobos gigantes comenzaron a declinar hace 16 000 años, a medida que se producían los cambios climáticos de la última glaciación y el ser humano se extendía por América.