La caída del régimen de Muamar el Gadafi en Libia fue organizada por EE.UU y la OTAN
La historia de Libia bajo Muamar el Gadafi abarca un período de cerca de cuarenta y dos años, desde el 1 de septiembre de 1969 hasta el 25 de agosto de 2011.
Gadafi se convirtió en el líder de facto del país el 1 de
septiembre de 1969, después de dirigir a un movimiento de oficiales del ejército
libio en contra del rey Idris I de Libia en un golpe de Estado. Con el rey
exiliado del país, el Consejo de Comando Revolucionario (CCR), encabezado por
Gadafi, abolió la monarquía y la constitución, a la vez que proclamó la nueva
República Árabe Libia con el lema “libertad, socialismo y unidad”.
Líder de la revolución Libia, Maumar el Gadafi.
Tras hacerse con el poder, el gobierno del CCR empezó a redistribuir los recursos económicos en materias de educación, salud y vivienda. La educación pública en el país pasó a ser gratuita y la educación fue obligatoria para ambos sexos. El sistema de salud también se hizo disponible al público de forma gratuita, sin embargo su tarea en materia de vivienda tardó más tiempo en cumplirse.

Mapa de Libia.
Bajo el mandato de Gadafi, el ingreso per cápita en el país creció enormemente, llegando al quinto más alto en África. Este incremento vino acompañada de una controversial política internacional, pues en ocasiones se autorizó el uso del terror para lograr los objetivos marcados, e incrementado la represión política interna.4
En 1977, Muamar el Gadafi renombró el estado libio como
Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista. Acuñado Yamahiriya, un término
comúnmente traducido como «estado de masas». El país fue renombrado
de nuevo en 1986 como Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.
Durante los años 1980 y 1990, Gadafi ha apoyado abiertamente el terrorismo internacional, el cual llevó a un deterioro de las relaciones exteriores de Libia, culminando en el bombardeo de los EE. UU. a Libia en 1986. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 Gadafi empezó a distanciarse del terrorismo, y durante el resto de la década del 2000, a medida que las relaciones internacionales de Libia se fueron normalizando, los EE. UU. rescindieron su designación como patrocinador del terrorismo en junio de 2006.
A principios de 2011, se desató una rebelión contra el régimen de Gadafi en el contexto de la “Primavera Árabe”. Un Consejo Nacional de Transición se formó el 27 de febrero con el propósito de asumir la autoridad. Una coalición dirigida por la OTAN intervino el 21 de marzo contra el régimen de Gadafi. Al mismo tiempo, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Gadafi y su séquito de 27 de junio de 2011.

Las versiones oficiales del gobierno provisional libio de que Gadafi había sido herido y muerto en un tiroteo, estas aseveraciones fueron desmentidas a las pocas horas por la existencia de varios vídeos, tomados con teléfonos móviles, que permitían comprobar que, vivo y herido, Gadafi fue zarandeado por una multitud de milicianos del Consejo Nacional de Transición, a los que gritaba el pueblo: «No disparen, no disparen» y pedía clemencia, lo que no evitó que fuera linchado por sus captores.
Los rebeldes también ejecutaron a sangre fría a su cuarto hijo, Moatassem. Aunque, de nuevo según la versión oficial del CNT, «el hijo de Gadafi fue encontrado muerto en Sirte», han circulado igualmente varios vídeos de él, en los que se le ve primero detenido, herido pero en aparente buen estado, y más tarde, ya muerto, con las mismas ropas.
Libia hoy
Siete años después de que oficialmente terminara la guerra civil que puso fin al Gobierno de la ‘utopía socialista’ de Muamar Gadafi, Libia sigue siendo destrozada desde dentro. Sputnik analizó cómo cambió la situación y cuál será el papel de Rusia en el futuro del pueblo libio.

Durante el Gobierno de Gadafi, Libia logró alcanzar uno de
los índices más altos de desarrollo humano y el PIB nominal per cápita más alto
de África. Sin embargo, todo ese arduo trabajo se perdió con la llegada de la
primavera árabe. Como resultado de la guerra civil, la gloria y la riqueza del
país quedaron reducidas a cenizas.
Aunque este 23 de octubre se cumple otro aniversario del fin oficial de aquel conflicto, en realidad la lucha armada en Libia nunca ha cesado. Hoy en día el país está en una encrucijada y no tiene un gobierno central: hay dos fuerzas político-militares que compiten para convertirse en la única autoridad en el país, además de una gran cantidad de agrupaciones tribales.
El trabajo sucio de la OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en la firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos o de movimientos nacionalistas en cualquier parte del mundo que limitaran su poder económico y militar.
Así nació una Alianza que vinculaba la defensa de América del Norte con un conjunto de países de Europa Occidental sobre la base del artículo 51 (Capítulo VII) de la Carta de Naciones Unidas, que reconoce el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado.
Sin duda, la evolución de la situación internacional ha determinado la continua adaptación de la Alianza Atlántica a los cambios en su entorno estratégico. El fin de la Guerra Fría en 1989 supuso, ante el desvanecimiento de una amenaza de invasión militar, el establecimiento de nuevas formas de cooperación política y militar para tratar los conflictos regionales y preservar su hegemonía y estabilidad.