Menos del 13% de las mujeres rurales tienen acceso a la tierra
La protesta de la organización Mesa, Mujeres, Suelo y Tierras surge como respuesta a las desigualdades que enfrentan, particularmente en zonas rurales, donde menos del 13% de las mujeres son propietarias de tierras para cultivo o vivienda. Esta situación limita su desarrollo económico y social, y las excluye de programas de incentivo a la producción agropecuaria.
“Queremos reivindicar este derecho porque vivimos en una sociedad llena de desigualdades que afectan profundamente a las mujeres”, afirmó Marcela Ramírez, coordinadora de la Mesa.
Además, Ramírez explicó que la ley propone que el gobierno entregue tierras a mujeres que carecen de ellas, asegurando que sean aptas para su uso y producción.
El colectivo también denunció que las políticas actuales han desmejorado programas especializados para mujeres, exacerbando la desigualdad. Una miembro de la organización subrayó: “Exigimos que el Estado garantice este beneficio para acceder y tener a nombre propio dichas tierras”, dijo.
Aunque intentaron presentar la pieza de correspondencia en la Asamblea, esta fue rechazada por la ausencia de la firma de un diputado. “El Estado está obligado a recibir propuestas del pueblo; se supone que esta es la casa del pueblo”, expresó.
Las mujeres instaron al gobierno y a los legisladores a eliminar las barreras legales y culturales que perpetúan estas inequidades. También pidieron fortalecer el apoyo técnico y financiero para garantizar su desarrollo en la gestión de recursos naturales.
La lucha por la igualdad de género en el acceso a la tierra continúa siendo una deuda pendiente en El Salvador, donde las mujeres rurales alzan su voz por justicia y dignidad.
El colectivo también denunció que las políticas actuales han desmejorado programas especializados para mujeres, exacerbando la desigualdad. Guadalupe Silva, miembro de la organización subrayó: “Exigimos que el Estado garantice este beneficio para acceder y tener a nombre propio dichas tierras”.
Aunque intentaron presentar la pieza de correspondencia en la Asamblea Legislativa, esta fue rechazada por la ausencia de la firma de un diputado. “El Estado está obligado a recibir propuestas del pueblo; se supone que esta es la casa del pueblo”, expresó una representante del grupo.