Monseñor Arturo Rivera y Damas
Un día como hoy, pero de 1994 muere monseñor Arturo Rivera y Damas. Rivera y Damas sufrió numerosas amenazas contra su vida, por mantener una línea clara de denuncias a las injusticias y crímenes de la guerra civil entre el ejército y el FMLN, en términos enfáticos.
En
1983, el arzobispo Rivera, organizó la recepción al papa Juan Pablo II, en su
primera visita a El Salvador. En 1984, monseñor Rivera y su obispo auxiliar
monseñor Gregorio Rosa Chávez participaron como mediadores en las reuniones de
diálogo de La Palma y Ayagualo, entre el gobierno y las fuerzas insurgente del
FMLN, promoviendo fuertemente la opción de la solución negociada como única
salida del conflicto bélico salvadoreño.
En 1985, participó nuevamente como mediador junto con el rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Ignacio Ellacuría, en las conversaciones para lograr la liberación de Inés Guadalupe Duarte, la hija del Presidente de la República, José Napoleón Duarte, secuestrada por el FMLN.

En 1987, el arzobispo promovió una nueva reunión de diálogo, entre el gobierno y la guerrilla en la Nunciatura Apostólica de San Salvador. En 1989, al arzobispo Rivera tuvo que afrontar una grave crisis en la arquidiócesis cuando seis sacerdotes jesuitas fueron asesinados en las instalaciones de la UCA por un escuadrón de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES). En esta masacre murió, Ignacio Ellacuría, S. J., consejero y amigo de monseñor Rivera.