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Arte y Literatura

Papa Doc y la isla del terror

El vudú es una religión sincrética africana sustentada en la creencia de los espíritus poderosos que viven en el inframundo de los muertos. Estos espíritus pueden ser controlados por los hougan o sacerdotes vudús a través de diversos rituales.

Haití, antigua posesión francesa de Saint Domingue, fue durante el siglo XVIII la colonia más rica del mundo situada en la parte occidental de la isla La Española, que había sido cedida a Francia a través del Tratado de Rijswijk.

Según Bel Rolando en su artículo “Rebelión, igualdad e independencia, el proceso de Independencia Haitiana (1789-1820)”, para el momento de la emancipación, Saint Domingue contaba con 530,000 personas, de las cuales el 80 % eran esclavas, 28,000 libertos y una población blanca con alrededor de 40,000 personas.

Jean-Jacques Dessalines fue quien derrotó a los franceses en la Batalla de Vertières en 1803 proclamándose la independencia de Haití el 1 de enero de 1804 en Gonaïves, surgiendo así la segunda nación libre del continente americano y la primera república negra del mundo.

Jean Claude Duvalier.

Desde su nacimiento, Haití experimentó una serie de adversidades como el bloqueo a su economía por parte de Europa, las masacres de Dessalines contra la población blanca de la isla en 1804 y una serie de regímenes políticos fallidos como el reino de Henri Christophe, la república de Alexandre Pètion, la invasión norteamericana de 1915 o el derrocamiento de Paul Magloire en 1956. 

En este contexto llega al poder François Duvalier el 22 de septiembre de 1957. Duvalier provenía de una familia de agricultores y de una de las dos clases sociales que componían la sociedad haitiana: los mulatos, considerada la minoría letrada y francófona, y los negros, la masa pobre y desfavorecida que vivía en un mundo supersticioso. Es con este segundo grupo con el que Duvalier cimentará su poder, primero, adhiriéndose a una de las corrientes negristas de principios del siglo XX, los Griots, y segundo, con su identificación con el vudú como religión popular haitiana.

Además, Duvalier desde joven evidenció una gran inteligencia logrando estudiar medicina en la Universidad de Haití y graduándose en 1934. También fue becario de la Universidad de Michigan y a su regreso al país trabajó en la lucha contra el tifus, el paludismo, la malaria, así como contra la enfermedad del pian. Estos hechos hicieron que la gente admirara sus habilidades curativas que relacionaban con poderes milagrosos y que lo identificaron desde entonces como Papa Doc. Es en este período que ocupó cargos como director del Servicio de Salud en 1946 y Ministro de Trabajo en 1949 durante el gobierno de Dumarsais Estimé.

René Olivares en su escrito “Mundo mítico y crisis social” citando la obra “El reino de este mundo”, de Alejo Carpentier, dice que los mitos son relatos fundadores que las comunidades poseen para darle sentido a su existencia. Estas narraciones son parte de una transrealidad donde la visión mítica se fusiona con la realidad. El mito no es solo una narración tradicional si no una forma de entender simbólicamente el mundo.  

El vudú es una religión sincrética africana sustentada en la creencia de los espíritus poderosos que viven en el inframundo de los muertos. Estos espíritus pueden ser controlados por los hougan o sacerdotes vudús a través de diversos rituales y con una finalidad específica. 

Duvalier, al tomar el poder e inspirado en la obra de Maquiavelo en la que dice que es mejor ser temido antes que ser amado, se identificó a sí mismo con el Barón Samedi, “guardián de los cementerios”, así como “del pasado, de la historia y herencia de la raza”, apareciendo como el poderoso loa vestido con frac negro, sombrero de copa, bastón y lentes oscuros, y proyectando una voz nasal con la que atemorizaba a la población quien no dudaba de sus poderes sobrenaturales que, incluso, él mismo afirmó en una ocasión que con un hechizo provocó el atentado del presidente Kennedy en 1963.

Su gobierno incluyó una policía secreta denominada Volontaires de la Sécurité Nationale conocidos como los Tonton Macoutes u “Hombres del saco”, en idioma creole y en referencia a los cuentos infantiles para atemorizar. Vestían traje azul y gafas oscuras y cometieron todo tipo de atrocidades. Se les nombró, incluso, como la policía hechicera, ya que líderes de estos escuadrones como Luckner Cambronne proporcionaba en los años sesenta cadáveres y sangre a universidades de Estados Unidos, siendo apodado como el Vampiro del Caribe.

Frank Dikötter en su obra “Dictadores. El culto a la personalidad en el siglo XX” dice que, en 1959, los Tonton Macoutes se robaron el ataúd de un rival político que recién había muerto y que según rumores decían que Papa Doc quería el corazón como amuleto mágico.

En otro hecho, producto de un intento de secuestro contra sus hijos Jean Claude y Simone Duvalier en 1963, los Macoutes provocaron una masacre en las calles de Puerto Príncipe (la capital) así como de la familia de François Benoit, opositor político sospechoso, y quien logró esconderse en la embajada de la República Dominicana.

Hacia 1964 sometió a los miembros del movimiento Haití Joven, grupo disidente que buscaba derrocarlo, siendo capturados y ejecutados; dos de ellos fueron fusilados en presencia de niños de escuelas quienes habían sido invitados a ver la sentencia.

Duvalier se autoproclamó presidente vitalicio de Haití en 1964 y llegó a denominarse como un “ente inmaterial sobre la tierra”. Murió, aun así, en 1971 no sin antes heredar el poder a su hijo Jean-Claude Duvalier (Baby Doc) quien continuaría el legado de su padre 15 años más.

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