Pandillas MS 13 y Barrio 18 “unen fuerzas” contra la pandemia del Covid 19 en El Salvador ¿Qué dice el gobierno?

Medios internacionales destacan el rol de las pandillas durante la pandemia del coronavirus en El Salvador y el “extraño” silencio del gobierno ante el accionar de las estructuras criminales.

Redacción En La Mira Noticias.

La cadena RT de Rusia, Clarín de Argentina y Los Ángeles Times de Estados Unidos han dedicado notas e investigaciones especiales al fenómeno que llama la atención de todos menos de las autoridades salvadoreñas sobre las acciones de los principales grupos criminales que operan en El Salvador, “las pandillas”, dichos grupos han tomado acciones que van dirigidas a “colaborar” con las autoridades para que los ciudadanos acaten la orden de “quedarse en casa”, casi con mayor éxito y acatamiento de los ciudadanos que el llamado que hace el gobierno.

Las pandillas haciendo uso de lo que son expertos “amenazas y violencia” hacen que los salvadoreños cumplan la cuarentena domiciliar impuesta por el gobierno del país centroamericano que no escapa al impacto de la pandemia del Covid 19, incluso los índices de muertes por violencia a causa de estas estructuras se han reducido drásticamente,  lo que impulsa el declive no es una tregua entre pandillas o una nueva estrategia policial, sino una cuarentena nacional de semanas para frenar la propagación del coronavirus​ en El Salvador.

En paralelo al decreto hecho por el Presidente de la república Nayib Bukele, que ordena cuarentena domiciliar para todo el país, las pandillas desviaron su atención de las extorsiones, asesinatos y demás actos criminales para defender sus territorios no de las autoridades de seguridad a las que parecen no temerles ni de la pandilla contraria, más bien de un enemigo invisible, el coronavirus que amenaza con exponerlos a la necesidad de acudir a las autoridades de salud de su país.

La cadena RT entrevisto en exclusiva a líderes de las principales pandillas que operan en El Salvador, incluso describen como la 18-Sureños entrega paquetes de la canasta básica de alimentos a personas de las comunidades en donde ellos controlan el territorio: «Buenos días, pueblo salvadoreño –dice una voz de hombre, juvenil–, estamos en las labores que el Barrio 18-Sureños se ha puesto a realizar este día, ¿va?, ayudando a las personas más necesitadas, ¿va?, afectadas por el covid 2019», una señora que recibe la “ayuda” de los pandilleros regresa a su casa con un gran paquete que contiene: frijoles, aceite, harina de maíz, papel higiénico, azúcar, arroz… «¡Feliz día, madrecita!», dice, a modo de despedida, el pandillero que hizo la entrega.

Algo que parecería increíble, los pandilleros a plena luz del día y en lugares públicos hacen entrega de paquetes de alimentos con ayuda para la población que vive en sus barrios y colonias que se ven asediados por sus mismos actos criminales, en un país en donde el Presidente se jacta de los números que reflejan el cese de la violencia pero no por el éxito de su plan “control territorial”, más bien se debe al “cese al fuego” entre las pandillas para atender la emergencia del coronavirus.

«Les pedimos humildemente acaten las normas del Gobierno por la emergencia que está pasando el país», reza una comunicado suscrito por la pandilla 18-S: «No salga si no es necesario, de favor les pedimos a nuestros barrios y colonias, donde controla el Barrio 18-Sureños».

Incluso en buena parte del territorio salvadoreño las pandillas son más efectivas que las autoridades gubernamentales, con tácticas que incluyen hacer circular grabaciones mediante las aplicaciones de mensajería como WhatsApp, para amenazar a las personas que violan las reglas. “No queremos ver a nadie en la calle”, afirma una grabación. “Si sales, será mejor que sólo vayas a la tienda, y que uses una máscara facial”.

En contexto se debe decir que el fenómeno de las pandillas lleva casi 30 años de existir en un país con altos índices de pobreza y desempleo lo que ha llevado a la rápida expansión de estos grupos criminales en la nación salvadoreña, diferentes han sido los esfuerzos impulsados por gobiernos anteriores al del Presidente Bukele, actual mandatario que antes de la crisis por la pandemia del Covid 19 impulsaba un agresivo plan para exterminar la violencia generada por las pandillas en su país, cada mes los datos estadísticos parecían darle la razón y le avalaba para decir que se avanzaba en el camino correcto pero con el papel protagónico que están teniendo las pandillas durante la actual crisis solo queda demostrado que las pandillas mantienen un alto control y dominio en buena parte del país y un sofisticado nivel de organización para impulsar sus operaciones, incluso si estas son para apoyar una decisión gubernamental.

La tarde del lunes 30 de marzo, la MS-13 difundió en sus canchas (las colonias o barrios en los que tiene presencia, en argot pandilleril) vía WhatsApp mensajes de audio y texto en los que anunciaban un ‘toque de queda’. Salvo para ir a trabajar o comprar, no querían a nadie fuera de sus casas, bajo amenaza de ser «severamente corregidos por nosotros».

Al día siguiente, reforzaron el comunicado con una serie de videos que se viralizaron en redes sociales, grabados en distintos puntos del país, y en los que pandilleros emeeses golpeaban con bates en las piernas a hombres que habían salido de sus casas.

«La gente no hace caso. La gente, cuando ve que las patrullas (policiales) entran en las canchas de nosotros, se meten en su casa, pero, media vez dé vuelta la patrulla, vuelven a la calle a jugar naipes en las aceras y cosas así», dijo a RT el vocero de la MS-13.

El pandillero que hablo con los colegas periodistas de RT, confirmó que los videos de las palizas los grabó y los distribuyó la Mara Salvatrucha: «Esos videos se hicieron para que la gente viera que no era un comunicado falso», dijo el vocero pandilleril.

Muchos creen que estas agrupaciones han pactado con el gobierno para mantener los cuerpos fuera de las calles. “Las pandillas conservan su control territorial, y en muchas áreas superan el poder del estado”, le remarcó a Los Angeles Times, Celia Medrano, directora de programas del grupo de derechos humanos Cristosal. El hecho de que parecen estar haciendo cumplir la cuarentena “sólo confirma que tienen el control”, reflexionó.

La cadena RT consultó a dos altos funcionarios del Gobierno sobre el rol protagónico de las pandillas, pero dijeron no estar autorizados para hablar on the record del tema. Pese a que periódicos como el estadounidense Los Angeles Times o el argentino Clarín se han hecho eco de la violencia ejercida por la MS-13, el presidente Nayib Bukele ni siquiera ha escrito un tuit sobre los muchos videos y denuncias públicas del accionar de las pandillas.

Al vocero de la MS-13. Se le preguntó que alguien podría creer que hay algún tipo de alianza entre esa pandilla y el Gobierno salvadoreño a lo que él respondió: «Aquí no hay alianzas de nada, empezando porque la Policía agarró presos a algunos de los que estaban bateando a los necios. No, aquí alianzas no hay», negando cualquier posibilidad de negociación con las autoridades del gobierno.

En San Salvador, la capital del país, las calles están inquietantemente vacías. El día en que comenzó el bloqueo nacional, los pandilleros en un vecindario controlado por la Mara Salvatrucha advirtieron a los residentes que obedecieran las reglas. “Dijeron: No queremos el virus aquí», reveló un repartidor de una de las colonias dominadas por las pandillas, que por miedo pidió ser identificado sólo por su primer nombre, Miguel. “La gente no le tiene miedo a la policía, sino a la pandilla”, remarcó.

Al cierre de esta nota quedan más dudas que respuestas y el silencio del gobierno enciende las alarmas en un país en donde ya se tiene antecedentes de negociaciones de parte del gobierno con grupos criminales.

¿Esta enterado el gobierno de las actividades hechas en las últimas semanas por las pandillas?

¿Reaccionaran o solo dejaran que el tiempo defina lo que sucederá?

¿Cómo lograron las pandillas obtener tantos víveres para entregar a los ciudadanos?

A El Salvador le urgen respuestas sinceras de parte de sus autoridades.

(Fotografías y fragmentos de textos extraídos de RT y Clarín)