El árbitro del Inter – Barça responde a las críticas de los azulgranas: «Son ridículas»

Szymon Marciniak ha vuelto a estar en el centro del huracán por un polémico arbitraje en la vuelta de las semifinales de la Champions League. Tras el controvertido doble toque de Julián Álvarez en la tanda de penaltis de la eliminatoria entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, el colegiado polaco ha vuelto a dar que hablar, esta vez en el Inter de Milán – FC Barcelona que se disputó este miércoles. El equipo italiano logró sellar su billete a la final del 31 de mayo en Múnich, pero la indignación azulgrana no tardó en hacerse notar.
Desde los vestuarios hasta las oficinas del club, pasando por los aficionados, las críticas al arbitraje fueron unánimes. Incluso Hansi Flick, habitualmente ajeno a este tipo de polémicas, no ocultó su malestar con la actuación del colegiado polaco: «No quiero hablar demasiado del árbitro, pero cada jugada dudosa cayó de su lado. Se lo dije al final del partido», confesó el técnico alemán.
Los jugadores tampoco se mordieron la lengua. Eric García fue el primero en hablar con la prensa y no dudó en mostrar su indignación: «Cada vez que venimos a este estadio, pasan cosas que nos perjudican y no tienen que ver con el fútbol», afirmó. Pedri fue más allá e incluso pidió que Marciniak, de 44 años, no les arbitrase más: «No es la primera vez que este árbitro nos condiciona. La UEFA debería analizar lo que está ocurriendo». Iñigo Martínez se sumó al sentir general: «Las decisiones 50-50 siempre han favorecido al mismo equipo».
Más allá de los jugadores y el entrenador azulgrana, la prensa catalana tampoco pasó por alto el desempeño arbitral. Medios como Sport señalaron dos acciones clave que quedaron sin sancionar: una posible mano de Acerbi dentro del área –en la primera parte con 1-0 en el marcador– y una caída de Lamine Yamal al borde de la misma que fue ignorada. Ambos incidentes generaron una oleada de indignación, aunque, sin duda alguna, lo que más molestó fue la posible falta sobre Gerard Martín en el inicio de la jugada del gol de Acerbi en el 93, el que supuso el 3-3.
Marciniak, por su parte, no tardó en responder a las críticas. En declaraciones a Cairo News, calificó los comentarios desde Barcelona como «ridículos» y «estúpidos». Defendió la legalidad del tercer gol del Inter, que llegó tras un robo de Dumfries a Gerard Martín: «Fue totalmente válido», sentenció. Incluso ironizó sobre una posible denuncia formal del Barça ante la UEFA: «Estoy preparado para todo».
Además de este partido, el equipo azulgrana se quejó porque el balance del Barça con él al silbato no invita al optimismo: una sola victoria, dos empates y tres derrotas. Además, en el VAR estaban Higler y Van Boekel, los mismos que en 2022 ya fueron protagonistas de otro encuentro polémico en Milán, cuando no se señalaron unas manos claras de Dumfries y se anuló un gol a Pedri.
No obstante, no parece que la UEFA vaya a entrar a juzgar la actuación de Marciniak, uno de los colegiados que más gustan tanto a UEFA como a FIFA. Es más, es uno de los candidatos a pitar la final de la Champions League y de hecho fue el colegiado que dirigió la final del Mundial de Qatar.