La inusual pintura que muestran a un hombre rubio poco comúnes en los retratos Tang

Según reportan cadenas internacionales de noticias, a raíz de una reconstrucción en una carretera en 2018 en la localidad de Taiyuan, la capital de la provincia de Shanxi, al norte de China donde a las afueras de la urbe, sacó a la luz un descubrimiento muy único y muy poco común al menos si hablamos en la cosmovisión imperante de China en las épocas Tang donde se encontró una tumba del siglo VIII. Pero no cualquiera, se trato de una tumba de la Dinastía Tang perfectamente conservada según reportaron los investigadores u antropólogos. Misma que fue excavada tan imponente sepultura. Un hombre pastoreando caballos durante la época Tang.
Recientemente con la finalización de los trabajos de la carretera, los antropólogos dieron a conocer las maravillas que oculta este sepulcro, conjunto de variadas y coloridas escenas de la vida cotidiana que decoran toda la tumba además de la plataforma donde se colocó el ataúd de su propietario.
De acuerdo a los investigadores, se trataría de una persona de sexo masculino el cual habría muerto en el año 736 a los 63 años. También, en su techo destacaban las imagenes de un Dragón y un ave Fénix. Xinhua News ha informado que en su entrada se han encontrado figurillas pintadas que representan, según detallaron, a los «guardianes de la tumba portando túnicas amarillas y espadas en la cintura».
También escenas en un estilo «figura bajo el árbol» representando, paisajes naturales, hombres trillando grano y elaborando fideos, y mujeres moliendo harina y sacando agua de unos pozos.
Pero, lo más impresionante quizá por lo díficil de observar en estos artes es la presunta representación de un «hombre occidental», en la imagen se logra identificar a una mujer que lleva un vestido colorido de pie junto a un hombre con el pelo rubio que sostiene un látigo y que conduce un grupo de caballos y camellos. Este curioso personaje poco usual indican los expertos, podría tratarse sí de un hombre occidental en la China Tang, debido a sus rasgos fáciales, principalmente… pero también la representación indica que la mayoría de personas presentes en las pinturas son Han (la etnicidad del gentilicio chino), por otro lado, se da a entender que estas personas en su mayoría Han son personas dueñas de la tumba. Probablemente gente con ingresos altos u acaudalas de la época para costear tan suntuoso féretro.
La etnia del personaje «occidental» de cabello rubio se trataría de un sogdiano. Así lo ha declarado Victor Xiong erudito en Historia de la Western Michigan University, el cual aclaró «el hombre rubio ‘no Han’ que conduce los camellos lleva una vestimenta característica. Basándonos en sus rasgos faciales y en su modo de vestir podemos identificarlo como un ‘occidental’, probablemente un sogdiano«. Es decir, el mismo, se trataría de un comerciante con rasgos occidentales propio del centro de Asia.
Los sogdianos, eran un pueblo que comerciaba a lo largo de la Ruta de la Seda entre Asia y la lejana Europa y que se asentó principalmente en los actuales Tayikistán y Uzbekistán y que englobaba las ciudades de Samarcanda, Shahrisabz, Bujará, Juyand, Qarshi, Balasagun, Taskent y Panjakent. Los estados sogdianos, aunque nunca estuvieron unidos políticamente, se centraron alrededor de la ciudad de Samarcanda (actual Uzbekistán). Estaban al norte de Bactriana, entre el Oxus (Amu Dariá) y el Yaxartes (Sir Dariá) y abarcaban el fértil valle del Zeravshán. Durante la Alta Edad Media, el territorio se extendió hacia el norte gracias a una política de asentamientos coloniales más allá del lago Issyk-Kul.
Dichos contactos con China iniciaron luego de que el explorador Zhang Qian les visitara durante el reinado del emperador Wu. Zhang Qian escribió un informe sobre su visita a Asia central. Tras la visita y el informe de Zhang Qian, las relaciones comerciales chinas con Asia central y los sogdianos florecieron, China envió numerosas misiones a la zona durante el siglo I a. C.